Si me piensas dejar, antes quitame la vida,
No dejes un respiro vivo en mí existir.
O enséñame la táctica para sentir
Que no te siento, para vivir agonizando.
No puedes, es cierto,
No te culpo por ser adictiva,
Perversamente indispensable
O sencillamente deseable.
No te culpo, es cierto.
Fui yo el imbecil que se perdió en ti,
Que decidió sufrir, que decidió perderte,
Pues me falto valor para tenerte.
No soy nadie, me queda claro
¿Cuanto más podré seguir?
Si te encuentro en cada espacio
Y en cada espacio te pierdo igual.
¿Como le hago?, ¿Cómo sigo?,
Tan solo te pido ayudes a mí decir,
Y así repita tantas veces que no te amo,
Y que no me resultas indispensable para vivir.
fernando Cuèllar Javier 9- IX- 04
Reflejando Soledades
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